viernes, enero 30, 2009

DEPENDE DE UNA IMAGEN

DEPENDE DE UNA IMAGEN



Por Guillermo Fariñas Hernández,
Periodista Independiente, Cubanacán Press
2009-01-29.


(www.miscelaneasdecuba.net).-El politólogo Carlos Alberto Montaner dice: “La Revolución Cubana reconoce tácitamente que su principal fortaleza es su primordial debilidad, que es tener como vital columna de soporte a Fidel Castro.” Existen quienes afirman que con la muerte de Fidel la revolución perdería hasta el 70 % de su capacidad de maniobrabilidad política.

Durante los últimos 30 días se creó una gran angustia expectante respecto al eventual fallecimiento del Dr. Fidel Castro o no, que se hacía sentir fundamentalmente en un inusitado despliegue militar y paramilitar en toda la nación. La tensión social se palpaba incluso entre las conversaciones entre personas que no se conocían.

Todo se debió al hecho cierto que el líder histórico de la Revolución Cubana dejó de escribir sus opiniones políticas en los medios de prensa oficialistas, que se conocen como “Reflexiones del compañero Fidel”. Solo realizó una pequeña felicitación al pueblo cubano con el advenimiento del nuevo año 2009.

También le resultó altamente sospechoso a las opiniones públicas nacionales como internacionales, que ni los presidentes Martín Torrijos Espino de Panamá y Rafael Correa Delgado de Ecuador fueran recibidos por el Comandante en Jefe. La suspicacia comenzó a recorrer y a corroer tanto a amigos como a enemigos.

Principalmente el hecho de no entrevistarse con el señor Correa Delgado, por ser este uno de sus más radicales aliados izquierdistas de la región, junto a sus homólogos latinoamericanos Evo Morales Ayma y Hugo Chávez Frías, presidentes de Bolivia y Venezuela respectivamente.

En los grupos de ciudadanos de a pie cubanos y hasta en los círculos diplomáticos en La Habana ya le habían puesto fecha y hora al deceso de Castro, que según fuentes anónimas se produjo el día 14 de enero del 2009 a las 9:00 p.m. Las consultas entre los familiares de cubanos en el extranjero subieron de tono.

Si unimos a esto que en la región central de Cuba, caracterizada por poseer una gran cifra per capita de opositores pacíficos, también haber sido en la década de los años 70 del pasado siglo XX escenario de enfrentamientos armados entre guerrilleros anticomunistas y antinsurgentes procomunistas.

Todos los integrantes del Sistema Único de Vigilancia y Protección fueron puestos desde el día 10 de enero del año en curso en Posición Uno, que en el secretismo propio del totalitarismo Castrista se traduce en Máxima Alerta de Combate. El chequeo de los miembros de los grupos de oposición pública se hizo notorio.

Además, los carros patrulleros de la Policía Nacional Revolucionaria, PNR, tenían una tripulación reforzada con un miembro del Ministerio del Interior que portaba un fusil AK-47 y un chaleco antibalas. La ciudadanía traducía todo este alarde de fuerza como que algo extraordinario ocurría en el archipiélago.

Un trío formado por la Dirección General de Contra Inteligencia del Ministerio del Interior, con la Dirección de Contrainteligencia Militar del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Departamento Ideológico del Partido Comunista de Cuba, pusieron al tanto al equipo de gobierno de estas valoraciones y teorías.

Por eso salió apresuradamente una reflexión de Fidel en el periódico Granma titulada El undécimo presidente de Estados Unidos, que sucesivamente otros medios progubernamentales reprodujeron. En ese escrito se hace una alusión directa a su futura muerte y pide que no se le dé ninguna importancia a ese hecho.

También aparejado a este artículo periodístico la televisión cubana y los medios oficialistas iniciaron una planificada campaña mediática, con la divulgación de imágenes fotográficas de una entrevista entre Cristina Fernández, la presidenta de Argentina, y un Fidel Castro bastante desmejorado.

Para demostrar a aliados y adversarios que ese dinosaurio político que es el Dr. Fidel Castro Ruz todavía se encuentra vivo, por lo que aún se puede negociar con las instituciones de la isla sin sufrir grandes perdidas económicas. Era la manera más apresurada y sencilla de acallar a los desestabilizadores políticos.

Estas cuestiones solo ocurren en sistemas políticos donde no hay transparencia en la información, porque quienes gobiernan decretaron que la enfermedad que padece el líder es “Secreto de Estado”. Razón tiene el tan odiado por el régimen Carlos Alberto Montaner pues la estabilidad o no de Cuba depende de una imagen.